Distancia: 8 Km el cañón y 4 Km hasta la cueva.
Dificultad: media.
Desnivel: 500m. aprox. (cañón) y 310m. aprox. (cueva).
Ruta: senda.
Duración estimada: 5-7 horas (ritmo paseo).
Época recomendada: Primavera, verano y otoño.
Estamos ante el mayor y posiblemente mas grandioso cañón de todo el Parque Natural, que se formó por los glaciares del cuaternario. Desde Ribadelago Viejo comenzaremos esta nueva ruta, concretamente desde el campo de fútbol, que hay junto al río. A partir de aquí continuaremos por una senda con muchísimas piedras que iremos sorteando. En esta zona quizá podremos observar algún gato montés así como algún mirlo y búho.
El camino que se desvía hacia la izquierda del río continúa ascendiendo entre un robledal hasta que nos volvemos a encontrar con el río, al llegar a un alto nos encontramos con unas escaleras de piedra grandísimas. Al bajar a ese pequeño valle y a la derecha podemos contemplar la primera poza del cañón.
Siguiendo el sendero marcado con estacas de color verde, ascenderemos y veremos las sorprendentes formaciones que el agua ha ido esculpiendo con el paso de los siglos: lagunas, pozas y cascadas; a partir de aquí el ascenso es más acentuado, tendremos que cruzar el río para continuar por el margen derecho del río Tera. Tras continuas subidas y bajadas llegamos a la Cueva de San Martín (1.320 m.). En la Cueva se puede uno dar un chapuzón o pescar unas excelentes truchas. A partir de aquí tenemos tres posibilidades: retornar siguiendo el mismo camino de la ida, o continuar la senda hacia la derecha y llegaremos hasta el pueblo de San Martín de Castañeda, o bien continuar la marcha hasta el final del cañón (en este caso la distancia aumentará, así como la dificultad y el desnivel).
Si queremos continuar con nuestra marcha hasta el embalse de Vega de Tera (la «Presa Rota», culpable de la catastrofe de Ribadelago, 1959), debemos tomar el camino que sube por la derecha, paralelo al arroyo. Al llegar a un bosque de acebos, tendremos que continuar por una senda a la izquierda, cruzaremos el arroyo por un puente, a partir de aquí ya no habrá balizas de señalización por lo tanto tendremos que tener mucho cuidado y nos servirán de referencia los caminos que hace el ganado. Al llegar a un alto veremos una poza muy grande, y a partir de aquí el camino sube por la derecha de la montaña. Después de andar un tiempo entre la vegetación, veremos por fin la presa rota de Vega de Tera. Este es el fin de la ruta y a su vez del cañón, el retorno será por el mismo camino.